Las consecuencias de la agresión sexual

Las víctimas pueden tener varias consecuencias después de una agresión sexual:

Posibles consecuencias psicológicas:

Sensación de ser diferente, anormal, loco, sucio.
Auto culpa, odio a uno mismo, duda de uno mismo
Desconfianza, miedo, sentimiento de traición
Actitud negativa hacia su sexualidad y su cuerpo.
Ansiedad, angustia
Choque postraumático
Fobias, hipervigilancia
Tristeza, desesperanza, depresión
Ira, rabia
Culpabilidad / Vergüenza
Pérdida de la autoestima
Ideas suicidas e intentos de suicidio
Confusión sobre la orientación sexual
Comportamientos autodestructivos

Posibles consecuencias físicas:

Trastornos digestivos y gastrointestinales
Baja conciencia del propio cuerpo, dificultad para amarlo y vivir en él.
Lesiones físicas (fracturas, contusiones, etc.)
Alteraciones del sueño (fatiga, pesadillas).
Migraña, dolor de cabeza, náuseas
Dolor de espalda
Disfunciones sexuales
STBBI, SIDA
Embarazo no deseado
Dolor muscular

Posibles consecuencias sociales:

Prostitución
Actividad sexual intensa o ausente
Miedo a estar solo
Pérdida de la sensación de seguridad
Aislamiento
Pérdida de autonomía
Inquietud en actividades sociales
Cambio o pérdida de trabajo o escuela
Pérdida de confianza en los demás.
Retirada del entorno familiar, colocación

Posibles consecuencias sobre la salud mental:

Alucinaciones (auditivas, visuales, táctiles)
Confusión
Pérdida de memoria

*** Hay muchos y además no están todos. Las víctimas de agresión sexual pueden tener más de una de estas consecuencias al mismo tiempo y son consecuencias normales. Más bien, es la situación real, la agresión, ¡lo que es anormal! ***